A las antiguas preguntas: “¿Descubrirás tú los secretos de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?” (Job 11:7), podemos contestar: “¡No!” El gran problema que confrontamos en nuestros esfuerzos para comprender a Dios radica en que ¡el hombre finito no puede comprender al Infinito! Fuera de la revelación que tenemos de la naturaleza y las características o atributos de Dios, no existe forma alguna de conocer el Ser de Dios. Sólo
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